¿Grabar discos o usar unidades virtuales? El nuevo camino para usar tus imágenes ISO

Las imágenes ISO son un formato muy conocido dentro de todo lo relacionado con los backups y las copias dentro del formato óptico en general. Son ese archivo que los programas para grabar discos toman como referencia para reflejar la información de un disco en otro completamente vacío y virgen. Algo así como el fichero comprimido en el que se almacena toda la información.

Si alguna vez has usado algún emulador, seguramente conozcas este tipo de archivo, como también si has tenido que copiar algún disco de software del trabajo para preservarlo en caso de deterioro. Ahora bien, ¿sabías que no es necesario grabarlo en un CD o DVD para poder usarlo? Existen herramientas que ayudan a montar estas imágenes en el propio ordenador para acceder a ellas.

Discos virtuales, cambiando las reglas de los lectores de CD/DVD

unidad DVD

Programas como Daemon Tools han cambiado la forma de trabajar con las imágenes de disco. Este software disponible de forma totalmente gratuita y la versión de pago, que ofrece una solución que encaja de forma bastante interesante con la capacidad de almacenamiento y el trato de los datos en los ordenadores modernos. La diferencia básicamente radica en la cantidad de características que ofrece.

Este tipo de herramientas se encargan de construir unidades de disco virtuales en el PC. De este modo, además de contar con tu disco duro y tu lector o grabador, también puedes añadir tantas unidades adicionales como desees. De hecho, el procedimiento es tan sencillo que parece irreal en ocasiones. Solo tienes que instalar un programa, seguir unos sencillos pasos y ya puedes simular que cuentas con el disco, cuya ISO tengas, como si estuviera metido en tu lector óptico del PC.

Algo interesante a la hora de realizar copias de seguridad, pero que también implica un ahorro de costes. Evita la necesidad de tener que comprar discos en blanco para tener que grabarlos, de hecho, evita incluso la necesidad de tener una unidad grabadora para poder darles uso. Todo puede quedar en el disco duro, perfectamente almacenado y listo para ser usado cuando sea necesario. Es más, puede incluso subirse a la nube y descargarse cuando se necesite montar la unidad con su ISO en concreto.

¿Cómo se usan los programas de discos virtuales?

Para utilizar un programa de disco virtual no es necesario tener grandes conocimientos de informática. Lo primero que necesitas es la ISO, o las ISO, que vayas a utilizar. Además de eso, tendrás que descargar el software en cuestión, aunque como ya sabrás, hay muchísimas propuestas de lo más útiles en este sentido. Tienes varias opciones a tu disposición que garantizan buenos resultados.

Con el programa ya instalado, verás que se ha tenido que instalar un controlador adicional en el ordenador. Es necesario, dado que vas a simular la existencia de una unidad de disco real dentro de tu propio equipo. Esta parte suele ser muy sencilla y no dar ningún tipo de conflicto, así que no tienes que preocuparte por ello. A lo sumo, se te pedirá reiniciar para terminar de aplicar los cambios necesarios en el equipo.

Hecho eso, el resto es iniciar el programa, crear una unidad de disco virtual estableciendo también su letra de asignación y, por último, seleccionar la imagen que se quiere montar en ella. Es así de simple. A partir de ahí, solo hay que iniciar el arranque del disco para poder verlo en tu explorador de archivos como si lo hubieras metido realmente en una unidad de CD o DVD dentro de tu PC. Posteriormente, se puede expulsar a través del software para elegir otra si se desea. Todo, siempre, a través de una interfaz muy gráfica y fácil de entender.

¿Son mejor o peor opción que el sistema tradicional?

El sistema tradicional es bastante cómodo y, sobre todo, no requiere la manipulación del ordenador con software o drivers adicionales. Sin embargo, tiene un hándicap muy importante, quizá el principal motivo por el que las unidades USB han ido tomando el relevo de los discos: su deterioro es muy acelerado. Todos alguna vez hemos tenido un CD o un DVD que ha dejado de funcionar porque la superficie de lectura se había arañado o dañado en general.

Con las imágenes ISO y los discos virtuales esto no sucede. Es más, la velocidad de lectura es mucho más rápida al ser el propio disco duro el que trabaja. Esta ventajas se suman también al ahorro en espacio real por no tener los discos o, incluso, la facilidad para acceder a todo el contenido que se desee de forma más rápida y directa.

Puede que no sean la solución definitiva, pero, desde luego, el uso de las imágenes ISO y los discos virtuales es una mejor opción que la que planteaba el sistema tradicional. Todo esto lo deja más que claro.

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